SEGUNDA CITA SILVIO RODRIGUEZ



SEGUNDA CITA (2007)
Quisiera enmendar los comienzos
de todas las brumas.
Quisiera empezar cada lienzo
con mejor fortuna.

Quisiera pegarme unas alas
y en una cornisa
soplar una dulce balada
que esparza la brisa.

Quisiera viajar al pasado
de cierta muchacha
que andaba de noche El Vedado,
liviana y borracha.

Quisiera posarme en su vida
para convencerla,
para que con menos heridas
hoy pudiera verla.

El dolor que no curen los ángeles
ojalá que no pueda volver.
La canción que no canten los ángeles
sólo el viento la puede saber.

Quisiera ir al punto naciente
de aquella ofensiva
que hundió con un cuño impotente
tanta iniciativa.

Quisiera ir allí con las cruces
del tiempo perdido
y hacer un camino de luces,
sin odio ni olvido.

El dolor que no curen los ángeles
ojalá que no pueda volver.
La canción que no canten los ángeles
sólo el viento la puede saber.

Quisiera dar vuelta a la rueda
que para en lo mismo:
un simple mortal que se juega
abismo y abismo.

Y, antes de darle al perchero
mis alas de atrezo,
quisiera dejar como fuero
certeza y progreso.

El dolor que no curen los ángeles
ojalá que no pueda volver.
La canción que no canten los ángeles
sólo el viento la puede saber.



SEA SEÑORA (2008)
Sea señora la que fue doncella.
Hágase libre lo que fue deber.
Profundícese el surco de la huella;
reverdézcanse sol, luna y estrellas
en esta tierra que me vio nacer.

A desencanto, opóngase deseo.
Superen la erre de revolución.
Restauren lo decrépito que veo,
pero déjenme el brazo de Maceo
y, para conducirlo, su razón.

Seguimos aspirantes de lo mismo
que todo niño quiere atesorar:
una mano apretada en el abismo,
la vida como único extremismo
y una pequeña luz para soñar.

Las fronteras son ansias sin coraje.
Quiero que conste de una vez aquí.
Cuando las alas se vuelven herrajes,
es hora de volver a hacer el viaje
a la semilla de José Martí.

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