David carradine inspiró a chicos y mayores en la curiosidad que nos despertó en nuestra adolescencia, las artes marciales... quizás tuvo que ver el hecho de que la mayor colonia en el exterior china, se encuentra en los EEUU, que sus valores tesoneros de disciplina le ayudaron a los gringos a contar con infraestructura básica, como el ferrocarril.
Ese hombre solitario, contrario a la condición "colectiva" de la ancestral sociedad china, arreglando entuertos en el Medio Oeste americano, con el solo arma de su propio cuerpo y sus asertivos pensamientos, delegados a el por su maestro.
Alejado en su modo de ser de las grandes superficies de consumo, embebido en el desierto y en las amplias planicies, donde contrario a los "superlativos cow boy" propuso maneras de mirar el horizonte y enfrentarse a la vida en solitario. Anacoreta, monje, nos queda en la memoria como el gran comunicador de frases contundentes.
El epigrama en su madurez de tarantino, el asesino de espadas... La violencia, por la violencia, causando cortes certeros en el cuerpo ajeno. La gratuidad de la venganza, las patadas voladoras, los cortes limpios de extremidades desprendidas y volando un instantes antes de caer sanguinolentas al piso.
David Carradine alguna vez poseso de heroe, hizo de antiheroe beodo...
No te olvidaremos, porque contrario a la crítica cruel de los medios el pequeño saltamontes se ha ido flotando en la gloria definitiva de la nostalgia de su héroe shaolín.
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