Los 15 puntos que refutan la versión oficial sobre los atentados del 11 de septiembre

Los 15 puntos que refutan la versión oficial sobre los atentados del 11 de septiembre

por James Fetzer

1) El impacto de las aeronaves no pudo haber causado suficiente daño como para derribar los edificios, ya que estos habían sido específicamente diseñados para soportar este tipo de colisiones. Frank de Martini, director del proyecto de construcción del WTC (World Trade Center) afirmó que las torres fueron diseñadas para soportar el impacto directo de un Boeing 707, similar al tamaño de los Boeing 757 utilizados en el ataque.

2) El punto de fusión del acero es de 1,537 ºC, y supera ampliamente los 982 ºC que alcanza el combustible de los aviones al encenderse en óptimas condiciones. Aún así, el Nacional Institute of Standards and Technology (NIST) examinó 236 muestras de acero y encontró que 233 de ellas habían sido expuestas a temperaturas inferiores a 260 ºC, y el resto a temperaturas que no superan los 650 ºC.

3) Underwriters Laboratory (organismo de certificación de seguridad en los productos más respetado en Norteamérica) certificó que el acero utilizado en la construcción de las torres podría soportar temperaturas de hasta 1093 ºC durante 3 ó 4 horas sin que hubiera efectos significativos. El fuego producido por los aviones no tuvo ni la duración ni la intensidad suficientes como para siquiera debilitar las estructuras (260 ºC promedio durante una hora aproximadamente en la Torre Sur, y una hora y media en la Torre Norte)

4) Si el acero se hubiera derretido o debilitado se hubiera observado un daño más asimétrico en los edificios, con estructuras inclinadas y combadas. Dicho deterioro hubiere sido lento y gradual, en vez de la demolición abrupta, completa y total que se observó. Esto significa que el NIST ni siquiera puede explicar el inicio de alguna secuencia de colapso.

5) William Rodríguez, conserje de la Torre Norte y última persona en salir viva del edificio declaró que hubo explosiones masivas en los subsuelos que destruyeron, entre otras cosas, una prensa hidráulica de 50 toneladas que se utilizaba para el sistema de rociadores del edificio.

6) Rodríguez reveló que las explosiones ocurrieron antes del estruendo de los pisos superiores. Esta declaración ha sido corroborada por un estudio de Craig Furlong y Gordon Ross, “Seismic Proof.: 9/11 was an inside Job”, demostrando que estas explosiones ocurrieron entre 14 y 17 segundos antes de los presunto impactos de aviones.

7) Según la “Teoría del Panqueque” un piso falla y cae sobre el de abajo, haciendo que éste falle y caiga sobre el de abajo, y así sucesivamente. Este tipo de colapso normalmente ocurre en estructuras de hormigón con lozas levadizas y no podría ocurrir en edificios de acero soldado, como las Torres Gemelas, a menos que cada una de las columnas fueran removidas al mismo tiempo, piso por piso, tal como Charles Pegelow, ingeniero estructural, ha declarado.

8) La demolición de ambas torres en un tiempo de 10 segundos cada una se asemeja a la velocidad de caída libre con resistencia al aire solamente, como Judy Wood, profesora de ingeniería mecánica, ha demostrado. Dicho resultado sería imposible de lograr sin el uso de fuentes de energía extremadamente poderosas. Si las torres hubieran colapsado, hubieran caído a partir de sus puntos de mayor resistencia.

9) Más aún, las torres explotan desde la parte superior, sin colapsar hacia el suelo sin que se muevan los pisos. Un fenómeno que Wood ha comparado con dos gigantes árboles convirtiéndose en aserrín de arriba hacia abajo; algo que, como la pulverización de los edificios, no puede ser explicada por la versión de lo ocurrido que brinda el gobierno. No había “panqueques”.

10) WTC-7, edificio que formaba parte del complejo y que no fue impactado por los aviones secuestrados, cayó a las 5:20 PM de una manera muy similar a la de una clásica demolición controlada. Larry Silverstein, dueño del WTC, sugirió que la mejor alternativa era “tirarla abajo” debido a los daños recibidos por la destrucción de las Torres. Allí se ven las características típicas de una demolición controlada: el colapso completo, abrupto y total en la planta del edificio, donde los pisos caen al mismo tiempo produciendo “pilas panqueques” cada cinco pisos.

11) El punto de impacto en el Pentágono es muy pequeño para haber sido creado por el avión comercial de 100 toneladas, con una envergadura de 38 metros y cuya cola mide 13 metros de alto, los restos encontrados en el lugar no coinciden con los de un Boeing 757: no hay alas, ni fuselaje, ni asientos, ni cadáveres, ni equipaje, ni cola. Ni siquiera las turbinas fueron recuperada, lo que hace poco creíble la versión oficial de lo ocurrido.

12) Las imágenes de video suministradas por el Pentágono tampoco muestran a un Boeing 757 chocando contra el edificio, los 47 metros de largo del avión duplican los 24 metros de alto del Pentágono, y debería apreciarse con facilidad en las cintas. El hecho de que no aparezca en ellas demuestra que la evidencia en video también contradice la versión oficial.

13) La aerodinámica hace que la trayectoria oficial del avión, volando a alta velocidad casi al nivel del suelo, sea físicamente imposible, ya que un Boeing 757 a más de 800 km/hora no puede volar a menos de 18 metros del suelo, lo que hace que la versión oficial no sea válida desde el punto de vista aerodinámico.

14) La caja negra del avión que la Nacional Transportation Safety Board (organización independiente del Gobierno de los Estados Unidos que se dedica a la investigación de accidentes automovilísticos, de aviación y marinos) entregó a Pilots 9/11 Truth (Pilotos por la verdad del 11/9) corresponde a un avión que volaba a otra velocidad y altura. Si esta información correspondiera a la del Boeing 757, éste hubiera volado por encima del Pentágono en vez de impactar sobre él.

15) Si el vuelo UA93 se hubiese estrellado como dicen los informes oficiales, sus restos se deberían haber esparcido en un radio de una manzana, pero los vestigios encontrados estaban en distribuidos en un área de doce kilómetros cuadrados. Este hecho sería inexplicable si el avión hubiera sido derribado en el aire, contradiciendo la teoría oficial.

Profesor James Fetzer, fundador de Scholars for 9/11 Truth.

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